Panamá, 13 de abril de 2021


  • Chamorro es guía de turismo y además el encargado de la producción de café de Hacienda Mamecillo, ubicada en Tierras Altas. En entrevista, conversó con PROMTUR Panamá acerca de sus inicios en la industria y la importancia que brinda el aspecto cultural para el turismo cafetero.


Entre boscosas montañas y una tradición marcada por la agricultura, Tierras Altas ha visto el surgimiento de una nueva economía en la región y una nueva forma de hacer turismo sostenible gracias al circuito del café.

Allí, desde muy temprana edad, Rolando Chamorro ha apreciado el gusto por el café. Tuvo la oportunidad de radicarse en Boquete, iniciando como guía de café para diversas fincas del área y hoy día es el dueño y encargado de velar desde la plantación hasta la tostada del café de Hacienda Mamecillo.

Con base en su experiencia, Chamorro indica que algunos de los factores que inciden en que el café panameño sea diferente al de otros países es la calidad de los suelos y microclimas del país, pero más allá de estos factores que son controlados por la misma naturaleza, es la parte cultural lo que representa un valor añadido para los amantes del café.

Conocer toda la historia y cultura indígena que existe detrás de la producción de los cafés de Panamá es la principal razón que destaca al país en este mercado y que brinda una experiencia única. “No es solo una taza de café, es la historia detrás de ello”, indica Chamorro.

Las fincas cafetaleras de la región de Tierras Altas practican el turismo sostenible y según el entrevistado esa sostenibilidad debe ser visible para los turistas internacionales, quienes reconocen y valoran ese aspecto. Desde brindar las comodidades óptimas para el personal, hasta aportarles una educación de calidad, son factores que influyen a la hora del relacionamiento con los turistas.

Para Chamorro, Panamá cuenta con la ventaja de poder descubrir distintos ecosistemas en un solo día. Llegando a la ciudad de David, Rolando sugiere que el turista visite el Mar Pacífico y participe en el avistamiento de ballenas durante la temporada; luego, disfrute de un delicioso café de especialidad durante el almuerzo y en la tarde conozca más sobre la procedencia de ese café, disfrutando así de ecosistemas totalmente distintos, pero todos en la misma provincia de Chiriquí.